El Agua

Todo acuario bien cuidado entusiasma al que lo contempla por su armoniosa impresión general. Plantas, peces, agua y luz crean, junto con la decoración, una imagen de perfecta belleza. No obstante, esta imagen sólo se consigue cuando todos los componentes del acuario armonizan entre sí. El sistema denominado acuario sólo"'funciona" óptimamente cuando sus elementos técnicos, el agua y la decoración se encuentran perfectamente adaptados a los peces y las plantas, v si mediante los microorganismos útiles se pudo establecer un equilibrio biológico idóneo entre dichos seres vivientes. Dentro de este cuadro el agua es  especialmente importante: Siendo el elemento vital de los peces, la calidad del agua es determinante para la salud y el bienestar de los mismos. Pero también el desarrollo de las plantas y microorganismos, así como cl crecimiento de las algas indeseables, dependen directarnente de la calidad del agua. Si usted cuida de que el agua sea de buena calidad, ya habrá hecho mucho a favor del equilibrio biológico óptimo en su acuario.

                 Propiedades

Las características del agua dependen de su entorno. El agua de lluvia absorbe sustancias dañinas ya en la misma atmósfera. Al penetrar en el suelo y como agua subterránea vuelve a modificar su composición química, según el tipo y la contaminación de los estratos.  También debido al tratamiento del agua potable y a través de las tuberías de agua, pueden llegar al agua del grifo sustancias nocivas para los habitantes del acuario, tales como cloro, cobre, plomo o cinc.  Debido a estas múltiples incidencias, el agua de grifo varía de un lugar a otro; a veces ya tiene una composición completamente diferente en la localidad vecina.  Debido a procesos biológicos y químicos, los parámetros del agua varían igualmente.  Para que peces y plantas crezcan de forma óptima, las condiciones que ofrece el hábitat acuario deber ser correctas y asemejarse a las de un biótopo natural intacto. El equilibrio biológico óptimo, y con ello el bienestar de peces y plantas, depende esencialmente de la calidad del agua.

          Carbonatos (KH)

Aparte de las ya mencionadas sales de calcio y magnesio, prácticamente todas las aguas contienen bicarbonatos, cuya presencia se refleja en el valor KH. A los bicarbonatos les corresponde un papel importante en el acuario. Tienen el efecto de tampón de pH e impiden con ello una alteración demasiado fuerte y rápida del valor pH (como p.ej la caída de acidez). Debido a la estrecha relación entre el valor KH y el valor pH, la dureza de carbonatos tiene igualmente una influencia directa sobre el bienestar de todos los organismos en el agua del acuario. Se recomienda un valor KH entre 3 °dH y 10 °dH para la mayoría de los peces de agua dulce.

 

              Ciclo del agua

En el hábitat natural de los peces el agua se encuentra integrada en un ciclo. El agua se filtra y evapora; las lluvias, las afluencias v salidas naturales cuidan de una renovación permanente.   En las aguas naturales, se diluyen y degradan por vía natural las materias nocivas y partículas de suciedad que proceden de los vegetales que se van muriendo y de las excreciones de los peces. El acuario es un sistema donde no se da esta renovación natural. Para establecer y conservar, pues, unas condiciones ambientales óptimas, es necesario que la filtración y el cambio del agua en el acuario produzcan el mismo resultado que en la naturaleza. Esto se consigue a través de la filtración bioactiva, la renovación parcial del agua acompañada de su tratamiento, y la limpieza del fondo.

             Filtrado del Agua

los fragmentos muertos de plantas, sobras de alimento y excrementos de los peces son señales visibles de agua contaminada. Durante la descomposición de estos "desechos" orgánicos, el agua soporta además materias nocivas que no se pueden apreciar a simple vista.  El filtro, al hacer que el agua circule permanentemente cuida de que las partículas de suciedad sean eliminadas del acuario por la vía mecánica. El material esponjoso retiene las partículas en suspensión.  Sin embargo, los filtros pueden hacer mucho más que eso. Los poros laberínticos del material esponjoso, turba, cerámica, etc., ofrecen mucho sitio para las útiles bacterias que desintegran biológicamente las materias nocivas con contenido de nitrógeno disueltas en el agua. De este modo los filtros cuidan doblemente de la buena calidad del agua: La filtración mecánica elimina las partículas de suciedad visibles, y la filtración biológica desintegra los productos invisibles de la excreción.  Las partículas de suciedad se acumulan con el tiempo en el   filtro. Por ello, se recomienda limpiar con regularidad estos.  No utilice nunca detergentes o agua caliente del grifo para evitar que los delicados cultivos de bacterias se mueran.

          Renovación Parcial

Practicar una buena acuariofilia significa imitar al máximo posible los procesos naturales. Si bien el filtro limpia el agua del acuario, no se encarga de la renovación necesaria de la misma.  Uno de los cuidados más importantes en acuariofilia consiste en la periódica renovación parcial del agua. Cuida de que el agua contaminada quede sustituída por agua fresca.  Al igual que en la naturaleza, la renovación parcial del agua deberá efectuarse con la mayor frecuencia posible. Cada dos hasta tres semanas corno mínimo se sustituirá un 20 hasta 30% del agua. Mejor aún será si cada semana se sustituye como mínimo el 10% del agua del acuario por agua convenientemente tratada.

               Dureza ( GH)

La dureza total del agua viene determinada por diversas sales - sobre todo por sales de calcio y magnesio. Si el porcentaje de estas sales es elevado, el agua es calificada de dura; si el contenido en sales es bajo, se trata de un agua blanda. La dureza total influye de forma decisiva en las funciones orgánicas de todos los seres vivos en el agua. La dureza total favorable que permite mantener muy bien a la mayoría de los peces ornamentales oscila entre 6 °dH y 16 °dH (dH = grado de dureza alemana).

          Grado de Acidez

El valor pH resulta de todas las materias acidas y básicas disueltas en el agua que o bien acidifican el agua o la convierten en alcalina.  El agua con un valor pH de 7 es denominada neutra. En este caso, los componentes ácidos y alcalinos están en equilibrio. Tanto más ácidos, cuanto más bajo es el valor pH. Tanto más bases, tanto más aumenta el valor pH.  Conviene que usted verifique el valor pH por lo menos una vez a la semana. Para casi todos los peces ornamentales en acuarios de agua dulce se consideran apropiados valores pH entre 6,5 y 8,5. Los peces procedentes dc ríos tropicales de agua negra prefieren agua blanda con valores pH entre 6,0 y 7,0. Los cíclidos de Africa Oriental se encuentran perfectamente a gusto en agua más dura, cuyo pH oscila entre 7,5 y 8,5.  Con la ayuda de productos adecuados puede usted regular la dureza de carbonatos y el valor pH del agua del acuario de manera muy sencilla y duradera.  El valor pH en el acuario depende directamente de la dureza de carbonatos y del contenido en dióxido de carbono (CO²). Si se modifica la dureza de carbonatos o el contenido en CO²,  se cambiará automáticamente el valor pH.

    Amoníaco, Nitrato y Nitrito

A través de los excrernentos de los peces así como restos de plantas y de comida, el agua del acuario recibe combinaciones de nitrógeno que son desintegradas en varias fases.  En primer lugar se forma el amoníaco, que es tóxico, o el amonio no tóxico en una proporción que depende del pH. Mientras que con valores pH superiores a 7,0 aumenta la formación de amoníaco, con valores pH más bajos se forma el amonio no tóxico.  Si se trata de peces sensibles, un contenido de amoníaco de 0,1mg/l  durante un tiempo prolongado puede tener ya efectos dañinos. Ya con una concentración de 0,5 mg/l, pueden darse casos de muerte de peces.  Las bacterias del género nitrosomas, que se anidan en el filtro del acuario, desintegran el amoníaco o el amonio, convirtiéndolos en nitrito.  El nitrito es igualmente muy nocivo para los peces en el acuario. Cuide por ello de que haya un filtraje biológicamente activo, ya que sólo los acuarios con un sistema de filtraje intacto garantizan concentraciones de nitrito inferiores a 0,1 mg/l.  El contenido en nitrito no debe rebasar 0,30 mg/l durante un tiempo prolongado, dado que ya un valor de 0,5 rng/l puede ser problemático para sus peces de agua dulce.  Durante la última fase de desintegración, las bacterias nitrobacter convierten el nitrito en nitrato, que es relativamente inofensivo. El nitrato sirve, entre otros, como sustancia nutritiva para las plantas; sin embargo, en concentraciones demasiado elevadas es dañino para sus peces ornamentales y plantas y fomenta el molesto crecimiento de algas.  Con un contenido de nitrato de 30 mg/l, el agua se considera contaminada; entre 50 y 100 mg/l, se recomienda una renovación parcial y si es superior a 100 mg/l, es necesario cambiar el agua en proporciones mayores.

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