Camaleones

 

Origen

Es un lagarto originario de Africa y Asia, que posee una gran adaptación a la vida en las ramas de árboles y arbustos. La familia comprende dos géneros, con 90 especies. Chamaeleo es con mucho el más amplio, puesto que incluye unas 70 especies. Algunos autores distribuyen las 20 restantes (camaleón de cola corta) en distintos géneros, pero por lo general, se consideran pertenecientes a Brookesia. En África tropical y en Madagascar se encuentra la mayor parte de las especies. Aunque la variedad de éstas disminuye hacia el sur, también se dan en la provincia de El Cabo (África del Sur).El camaleón común, Chamaeleo chamaeleon, es el representante más septentrional de la familia y se halla difundido por África del Norte, sur de España y de Portugal, Malta, Creta, norte de la península arábiga y la India y Ceilán. La mayor parte de los camaleones son lagartos de tamaño medio, con una longitud de 15 a 30 cm, pero también los hay diminutos, de apenas unos centímetros (por ejemplo, especies del género Brookesia) y también gigantes, como algunos del género Chamaeleo, que según testimonios, en ciertos ejemplares de Madagascar y África, alcanzan los 80 cm.

 

Descripción

El cuerpo del camaleón suele ser muy comprimido lateralmente. La cabeza suele ostentar una alta cresta, cuernos u otros apéndices. Los dientes son acrodontos, como los de los agámidos. 

Los Ojos

El globo ocular es muy grande y presenta un considerable relieve externo. Los párpados forman, a modo de cobertura, un orificio central que corresponde al iris. Los ojos pueden moverse independientemente el uno del otro, lo cual suele constituir motivo de especial sorpresa para el espectador humano. 

             

 

La Lengua

La lengua no es bífida, como en la mayor parte de los lagartos, sino que adopta la forma de una catapulta, muy gruesa en el extremo, y puede proyectarse con enorme rapidez a una distancia superior a la longitud de la cabeza y el tronco del animal juntos.Una vez atrapada y adherida la presa a la punta de la lengua, ésta desaparece con la misma rapidez en el interior de la boca. Dicho mecanismo amplía grandemente el campo de acción de captura de alimento. El tamaño de la presa depende de las dimensiones del propio camaleón: los pequeños y medianos cazan principalmente insectos; los grandes capturan también otros lagartos, pequeños mamíferos y aves. El hueso lingual está bien desarrollado en todos ellos y desempeña un importante papel en el mecanismo de proyección de la lengua. En la posición de reposo, ésta, muy musculada, se encuentra arrollada en torno al hueso. Antes de ser proyectada, los músculos circulares situados en su extremo posterior se contraen violentamente acumulándola lo más lejos posible del extremo agudo del hueso. Sin embargo, esta operación sólo es posible cuando los músculos longitudinales están relajados, momento en que pierden toda eficacia en su papel de oponentes de los circulares. Como esta relajación se produce de manera súbita, la lengua se dispara fuera de la boca bajo los efectos de la presión resultante; algo así como si uno proyectase una semilla de naranja apretándola con las puntas de los dedos. Seguidamente, gracias a la elasticidad del tejido y a una nueva contracción de los músculos longitudinales, la lengua vuelve al punto de partida con la presa adherida a ella.

Las Extremidades

Las extremidades del camleón, largas y delgadas, sostienen el cuerpo a cierta altura. Los dedos de cada pie se reúnen en dos grupos separados : dos exteriores y tres interiores en las extremidades anteriores; tres exteriores y dos interiores en las posteriores. Ello hace de los pies una especie de tenazas que permiten al animal aferrarse firmemente a las ramas. Por añadidura, las especies del género Chamaeleo cuentan con una cola prensil, capaz incluso de soportar por sí sola el peso del cuerpo. 

Mimetismo y Temperamento

Es bien conocida la capacidad del camaleón para cambiar de color, si bien los no especialistas se hacen con frecuencia una idea muy exagerada de ella. Con todo, el cambio fisiológico de color es un proceso muy notorio y rápido en la mayor parte de los camaleones. Lo que no quiere decir que siempre puedan mimetizarse con lo que les rodea. Durante el día, la coloración corpórea de los arborícolas activos constituye una buena protección; por ejemplo el verde o el color corteza, según el medio. Muy a menudo, sin embargo, la coloración y las manchas desempeñan un papel determinado en las disputas entre individuos de la misma especie. Algunas veces sólo reflejan un específico estado fisiológico. Un importante número de camaleones adquieren durante el sueño una coloración pálida, blancuzca, que , como un artefacto luminoso, permite descubrirlos fácilmente entre el oscuro ramaje donde durante el día su color les protegería perfectamente. Los machos, y a veces las hembras, dominan un territorio, que defienden celosamente contra otros individuos. Pero sólo en raras ocasiones se produce verdadera lucha, aunque los cuernos y crestas de algunas especies constituirían probablemente unos muy efectivos elementos de combate. Cuando dos rivales se encuentran a la distancia de la vista, se amenazan mutuamente haciendo ostentación de sus brillantes colores e, inflando el cuerpo, lo exponen de costado al enemigo para que su aspecto sea más impresionante. Unos característicos movimientos oscilatorios subrayan la actitud de desafío, y algunas veces su boca se abre de par en par para mostrar la coloración contrastante de la membrana mucosa. En libertad, esta guerra psicológica basta normalmente para que uno de los oponentes opte por retirarse. Sólo en las limitadas condiciones de la cautividad ocurren auténticas peleas, y las mordeduras pueden infligir graves heridas y, a veces, incluso matar al rival. El macho derrotado deja constancia de su sumisión tiñéndose con los colores de una hembra o de un joven y se retira despacio. El victorioso le deja ir, sin la menor oposición: por el cambio de color es evidente que ha dejado de ofrecer interés como adversario.

En Peligro

Debido a su extraño aspecto y a su interesante biología, los camaleones son atracción favorita en los terrarios. Pero las consecuencias de la cautividad no son muy alentadoras. Por lo general, y aún en el caso de que desde un principio acepten el alimento, mueren a los pocos meses. Estas condiciones de vida y de crianza sólo son admitidas de modo ocasional por algún que otro ejemplar de determinadas especies. Una de las muchas razones de esta incompatibilidad reside en el estricto reparto de territorios, que hace imposible poner a un macho dentro del radio visual de otro de la misma especie. La mayor parte ponen huevos que la hembra deposita en hoyos excavados previsoramente por ella misma. El conjunto de la operación encierra, para el camaleón arborícola, un gran peligro. Algunas especies, sobre todo en el clima subtropical de África meridional y en zonas de mayor altitud, se han convertido en vivíparas. Las crías, completamente desarrolladas, nacen dentro de la membrana del huevo; se liberan de ésta así que nacen y empiezan su vida independiente. No necesitan la guía de los padres para convertirse en expertos cazadores.

  

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