SALVADAS POR UN PELO

  El pasado puede darnos una pista. A poco de pisar estas latitudes, los españoles advinieron que el oro y la plata eran puro cuento. Pero tardaron aún menos en descubrir un filón compensatorio: el bicherío nativo. Las chinchillas andinas estuvieron entre las especies más explotadas. Tanto que para comienzos de siglo se encontraban a pasos de la extinción.

Fue entonces cuando Maifas Chapman -ingeniero de la Anaconda Mining Copper Co. llevó once chinchillas lanígeras de Chile a los Estados Unidos. Este plantel inauguró la era de la cría en cautiverio. Posteriores cruzas con chinchilla brevicaudata. (La preferida de la nobleza incaica) y otros manipuleos genéticos, produjeron un animal prolífico como el conejo y valioso como el visón. Y ya nadie se acordó de las chinchillas salvajes.

Replegadas en las soledades rocosas de la región altoandina, viven hoy su segunda oportunidad sobre la Tierra. No hay demasiados datos que permitan saber cómo le está yendo; pero ahora, al menos, no tienen que lidiar con el hostigamiento humano.

Los primeros ensayos chinchilleros en la Argentina, a partir de la década de 1960, no fueron felices. Se carecía de la experiencia suficiente para garantizar calidad y finalmente sólo quedaron en pie aquellos establecimientos que pudieron asegurarla. Son los que lograron posicionar a la Argentina como cuarto productor mundial, con quince mil pieles anuales, algo así como el cuatro por ciento del total.

Hoy la actividad ha perdido el riesgo de los años sesenta. Su éxito se basa en tres premisas: no requiere una inversión inicial elevada (bastan unos tres mil dólares para montar un criadero), se realiza en espacios reducidos (hasta un departamento céntrico es bueno) y el control alimentario y sanitario no es complicado.  

La cría en cautiverio, en este caso, fue un negocio a dos puntas: para el productor y para la naturaleza. Claro que, así y todo, cada cual puede considerar para sí bueno o malo adquirir un tapado. Será estrictamente eso: una decisión individual, muy parecida a la de optar entre una dieta carnívora o una vegetariana. Lo que importa subrayar es que el valor económico, lejos de ser una maldición, puede representar un pasaporte al futuro para las especies. Como los marineros que acuñaron el dicho muchas se salvarán del naufragio por un pelo.

- Alimentación

La alimentación es de muy bajo costo y está constituida principalmente por 25/ 30 grs. diarios de alimento balanceado especial para chinchillas. Además debe proveerse de abundante alfalfa y agua fresca.

- Gestación

Lo madurez sexual se alcanzo o los seis meses en las hembras y a los nueve en los mochos. La hembra tiene su período de celo cada 28 días con una gestación de 111 días. Los partos son rápidos y generalmente sin complicaciones. Los gazapos nacen totalmente desarrollados, cubiertos de pelo, ojos abiertos y correteando o los pocos minutos por lo jaula. Las hembras pueden quedar nuevamente preñados dentro de las 48 hs. Posteriores al parto (cruza post-parto).

- Reproducción

Es un animal de larga vida reproductiva (de los seis meses a los doce años), las hembras tienen como promedio dos partes al año con dos gazapos en cada uno. Parto que el promedio de crías en el año está entre los 3 y los 3 1/2.

- Ambiente

No es un animal muy exigente, con buena ventilación en un lugar seco, donde pueda controlarse la temperatura (entre 0° y 30° C⁰), que puede ser una pieza, galpón o garaje adaptado, le proporcionará las condiciones óptimas para que nuestras Chinchillas se desarrollen en un entorno feliz.

Si desde chiquitas se las acaricia y alza, se acostumbran y nunca muerden, pero si las deja solas en su jaula y no se las saca en brazos por mucho tiempo, pueden morder...y fuerte !!